¿Cuántas veces debes probar un platillo o un ingrediente para saber qué realmente no te gusta? ¿Eres renuente a explorar nuevamente aquello que a la primera rechazaste? Y entiendo que a veces "el cuerpo te avisa" que no está bien que lo consumas, o que el sabor o la textura no es agradable a tu paladar. No quiero que este texto se convierta en un tema médico/psicológico. Más bien quiero abrirme para contarte que mis ganas de probar platillos supera - a veces - mis propios esquemas mentales.
Cuando emigré a México mi conexión natural fue a través de la gastronomía. Casi todo lo que llegaba a mí, quería conocer y probarlo. Eso me pasó cuando probé los ESQUITES. Pensaba que me iba a encantar. Sin embargo, para mi sorpresa este platillo lleva mayonesa - que no soy muy fan - y la verdad no me gustó.
Por muchos años dejé ese platillo a un lado, hasta que un día mi hermana Susana estaba de visita me dice: "muero por unos ESQUITES". Queriéndola complacer y acompañar busqué un lugar donde pudiéramos comerlo. Fuimos a un carrito con logotipos llamativos que se hizo famoso por las RRSS ubicado en Roma Norte, llamado "Esquites Durango". Este carrito, presenta una propuesta sencilla en el menú, pero llena de creatividad, e invita a comer elote (maíz) tierno y jugoso con diferentes toppings haciendo que me regresarán nuevamente las ganas no solo de comer allí los esquites, sino pedir en puestos callejeros y tianguis este vasito lleno de sabor.
Y sí, en Esquites Durango mi topping favorito son chapulines. Como buena caraqueña me encantan los platillos salado & dulce. El toque crunchi de este insecto eleva este antojito callejero.
¿A qué platillo o ingrediente le darías una segunda oportunidad?
Datos:
Esquites Durango
IG: @esquitesdurango
Ubicaciones:
Comentarios
Publicar un comentario