Los sabores conectan, evocan, generan conversación entre desconocidos, te invitan a probar nuevos platos, a tener nuevas experiencias. Los sabores rompen barreras y gustos, y hasta permiten que esa comida sea memorable. Los sabores despiertan nostalgias, que solo son apaciguados cuando se cocina con ingredientes propios o cuando alguien te sirve ese plato que tanto deseabas, o alguien te regala el dulce de tu infancia. Los sabores son un transmisor de sentimientos entre las familias, el terruño, el país. Estuve de visita en Caracas, y me traje algunas cosas para cocinar, para brindar y para chuchear. Porque no hay algo más lindo que compartir tus sabores con propios y extraños.